jueves, 3 de abril de 2014

Conferencia Episcopal rechaza la unión civil. El Movimiento Homosexual de Lima responde.

03 de abril de 2014
 
La Conferencia Episcopal del Perú (CEP) emitió un comunicado hoy el rechazando el proyecto de unión civil entre personas del mismo sexo, próximo a debatirse en el Congreso de la República, al considerar que distorsiona la verdadera identidad de la familia y contradice la finalidad del matrimonio.

En un comunicado difundido esta mañana, los obispos del país señalan que el proyecto de ley en mención contiene elementos jurídicos típicos del matrimonio, con lo cual, añaden, se pretende equiparar el matrimonio y la unión civil, preparando el camino para introducir en el Perú el matrimonio homosexual con la posibilidad de adoptar niños.

"La propuesta de unión civil entre personas del mismo sexo contraría el orden natural, distorsiona la verdadera identidad de la familia, contradice la finalidad del matrimonio, atenta contra la dignidad humana de los peruanos, amenaza la sana orientación de los niños y menoscaba el más sólido fundamento de nuestra sociedad, que aspira a un desarrollo humano integral", dice la nota.

Por su parte, el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) en un comunicado también lamentó el olvido de la prédica de amor en el comunicado difundido por la Conferencia Episcopal Peruana en contra de la #UniónCivilYa y recuerdó que:

1. Una familia, según una definición más amplia que la de un credo específico, es una unión de personas que se aman, se respetan y son solidarias entre sí, independientemente de si están o no casadas, tienen o no hijos, son de diferente o mismo sexo. Familia es amor.

2.- Es el Estado laico, desde una perspectiva de Derecho, quien debe definir qué representa para él la familia y así garantizarles por ley todo derecho asociado, y es también él quien debe asegurar a todos sus ciudadanos igualdad ante la ley, más allá de toda interpretación religiosa, aún de mayorías.

3. La unión civil NO incluye adopción de niños, sino la protección del amor de las familias compuestas por parejas del mismo sexo: compartir su seguro de salud, tomar decisiones médicas cuando el otro está mal y no puede hacerlo e incluso decidir sobre sus restos cuando no esté más con nosotros. Oponerse a estos derechos fundamentales es macabro porque niega a quienes se aman el derecho a cuidarse entre sí, fundamental para una sociedad pacífica y democrática.

4. En un Estado laico, las iglesias deben dedicarse a procurar el bienestar de sus creyentes, en vez de intentar limitar a terceros, miembros de su credo o no, sus derechos fundamentales como elegir con quién construir una vida en familia bajo la protección del Estado.

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